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Nuestro objetivo prioritario es dar la máxima calidad de vida a los usuarios. Esto supone, muchas veces, habilitar e introducir nuevas conductas, estrategias cognitivas, etc. Otras veces, lo que tenemos que hacer es rehabilitar conductas o modos de pensar o procesar la información que son erróneas o que supongan una conducta desadaptada o un malestar por el sujeto. Es por todo ello que cada uno de los usuarios se les realizará una evaluación y exploración desde diferentes perspectivas: somática, psíquica, sociorelacional, fisioterapéutica, etc. A partir de los datos objetivados y contrastados por todo el equipo, se elaborará el Plan de Atención Individualizada (PAI), en el que, en base a las potencialidades de cada usuario, se plantearán los objetivos. En función de la evolución de cada usuario se replantearán o se sustituirán por objetivos más complejos. De manera anual se hará la revisión del PAI. Hay que tener siempre en cuenta la participación de todo el equipo interdisciplinar y también de la familia de los usuarios. Los objetivos generales de los Planes de Atención Individualizada son:
Recoger objetivos y actividades preventivas y asistenciales a realizar por parte de cada área Conocer los posibles riesgos con los que se enfrenta un usuario. Mantener las capacidades preservadas e incrementar la autonomía personal. Planificar una actuación interdisciplinar y personalizada para cada usuario, potenciando la implicación del usuario y / o la familia Detectar posibles incidencias y observaciones para mejorar la atención del usuario. Ante la variabilidad del estado de las personas, el equipo interdisciplinario revisa, reevalúa y actualiza el PAI periódicamente.
Áreas que engloba el Programa de Atención Individualizada:
Autonomía Personal. Área Cognitiva. Área Senso-motora. Área Ocupacional. Comunicación y Lenguaje. Área Personal-Social. Área Familiar. Área Emocional. Área Social, de Integración en la comunidad y de Ocio. Área médica y farmacológica.